domingo, 9 de octubre de 2011

Palabras de otros tiempos


Jorge Alcázar

     Rebuscando en viejos y olvidados libros nos encontramos con palabras que rezuman actualidad. A continuación transcribo un artículo publicado en Londres en 1770. Degustadlo plenamente:

     “Si se tiene por institución divina festejar el séptimo día de la semana, ello implica que los demás días de la semana pertenecen al trabajo, y no se puede tildar de cruel a quien imponga este mandamiento divino…Que la humanidad en general tiende por naturaleza a la comodidad y a la indolencia, es una fatal experiencia que constatamosen la conducta de nuestra plebe manufacturera, que por término medio no trabaja más de cuatro días a la semana, salvo en caso de un encarecimiento en los medios de subsistencia…Supongamos que un bushel de trigo representa todos los medios de subsistencia del obrero, que cuesta cinco chelines, y que el obrero gana un chelín diario con su trabajo. Entonces no necesitará trabajar más de cinco días a la semana;sólo 4 si el bushel de trigo vale 4 chelines…
     Pero como en este reino los salarios son mucho más elevados que el precio de los medios de subsistencia, el obrero de la manufactura, que trabaja cuatro días, se halla en posesión de un exceso de dinero con el que permanece ocioso el resto de la semana…Espero haber dicho lo suficiente para aclarar que un trabajo moderado durante seis días a la semana no es ninguna esclavitud. Nuestros obreros agrícolas lo hacen y, a juzgar por las apariencias, son los obreros más felices, y los holandeses lo hacen en las manufacturas y parecen un pueblo muy feliz. Los franceses también lo hacen, cuando no se ponen de por medio los numerosos días festivos. Pero a nuestra chusma se le ha metido en la cabeza la idea fija de que por el mero hecho de haber nacido ingleses les corresponde el privilegio de ser más libres e independientes que el pueblo trabajador de cualquier otro país de Europa.

    Ahora bien, cabe que esta idea tenga alguna utilidad en tanto influye en el valor de nuestros soldados; pero cuanto menos la compartan los obreros manufactureros, tanto mejor para ellos y para el Estado. Los obreros no debieran considerarse nunca independientes de sus superiores…Es extraordinariamente peligroso alentar a la chusma en un estado comercial como el nuestro, donde tal vez 7 partes de 8 de la población total es gente con poca o ninguna propiedad…La cura no será completa hasta que nuestros pobres industriales se resignen a trabajar seis días por la misma
suma que ganan ahora en cuatro.”

     Este artículo, titulado “Easy on Trade and Comerce” suena con timbre actual. La clarividencia del autor para con nuestros capitalistas del siglo XXI es asombrosa.
     Hemos de tener en cuenta a la hora de valorar la honestidad y valentía del articulista (que por otra parte es anónimo) que en esa Inglaterra de finales del siglo XVIII, esas 7 partes de 8 de la población no sabía leer ni escribir. Por ello no tenemos que censurar la miseria y cobardía de nuestros coetáneos patronos por no mostrar con tanta claridad por escrito lo que piensan. Aun así, no pierden la oportunidad de hacerlo en la práctica cada vez que ven la más mínima oportunidad. No creo que haya nadie tan estúpido para entender la comparación palabra por palabra. Nuestros tiempos son otros y nuestra sociedad diferente. Pero rascando un poco y haciendo una traslación adecuada no es tan estúpido hacer esta comparación y traer aquella melodía a nuestros días. Los despidos, tasa de paro, merma de los derechos de los trabajadores, introducción de la relación salario-productividad en el contexto laboral, etc., son elementos de traducción suficientemente potentes y aclaratorios como para entender el fondo del mensaje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué gran programa!!!

http://www.youtube.com/watch?v=FoG3SVWVQvI&feature=channel_video_title